jueves, 19 de abril de 2007

Guatón Winner. "La tengo lista, hueón"

Ese carrete sí que estuvo bueno. Fue en la sede pa` juntar fondos pal equipo. En verdad esas fiestas eran la excusa pa`carretear porque a lo más juntaban plata con los completos o las bebidas pa´ las minas. Casi todos los cabros del equipo ya le aplicábamos altas dosis de alcohol al cuerpo cada fin de semana. Cuando no era en la sede, era en la plaza o si no en algún carrete. Si el grupito era como de 20. Todos los fin de semana había cumpleaños.

El asunto es que este carrete en la sede era pa´ festejar el tercer lugar en el campeonato. Habíamos ganado el partido por el tercer y cuarto lugar y había que celebrarlo. Empezamos tomando chelita adentro pa´ que los viejos nos vieran. Hasta Lemon Stone tomábamos. El piojo había repetido dos veces tercero medio así que hace ratito había cumplido los dieciocho. A ese hueón lo mandamos a comprar un roncito. Hicimos las monedas pensando que costaba como cuatro lucas porque nosotros le hacíamos a la chela y al vino no más. El piojo llegó con dos rones Silver. Igual nombre gringo, debía ser buena la hueá pensamos todos. ¿Y la Coca Cola? le dijimos al Piojín. “Había pura Fanta no más. Tomémoslo puritano, si igual somos hartos”

Esperamos a que se fuera la mamá del Cabezón y que se quedará el papá del Flaco Leiva vendiendo los completos. Ese viejo nos tapaba todo. Empecé a contar y habíamos seis locos y siete minas. Algo tenía que salvar. Esperé que se sentaran todos y me fui al baño. Cuando volví ya estaban todos instalados y me senté al lado de la Susana, la mina más rica. El ron corría y corría. Con el Pepe hacíamos como que tomábamos, pero no pasaba ná pa` adentro. La idea era que tomaran las chiquillas pa’ prender el carrete. Era diciembre, andaban todas con poca ropa. Yo estaba vuelto loco. A cada rato rozaba a la Susy. Si supiera lo que hacía pensando en ella…

Ya llevábamos una botella abajo y yo salté antes que se hiciera más tarde – “¿Compremos la otra antes que cierre la botillería? Total si sobra nos queda pa´ mañana sábado- Se quedaron todos callados hasta que la Susanita se escurrió –“Ya poh, yo tengo ganas de tomar esta noche así que hagamos las monedas”. Ooooh, yo quedé más loco aún. El Parra me mandó a mí con la Susana a comprar. A ese hueón nadie le discutía nada. Yo re enojado poh. Nos fuimos y nos vinimos conversando. Hasta le compré un Capri. Ella debe haber pensando “que guatón más galán”. Llegamos al grupito y estaban como todos medios separados. Había dos parejas que ya estaban atinando. La Negra con el Piojo y la Dani con el Arturo”. “Dos menos”, pensé. Quedábamos cuatro hombres y cinco minas, entre ellas la Susanita. Con el Capri ya me sentía un ganador.

Los que quedábamos solteros nos pusimos a jugar a la botella. Alcanzó a durar como cuatro pasás no más y las chiquillas se aburrieron. Pa` variar no me tocó ni beso en la mejilla. Ya íbamos en la segunda de ron y estaban todos bien alegres. Arriba de la pelota, en verdad. Yo me había tomado unos sorbitos pero sólo para envalentonarme con la Susana que ya aceptaba mis roces y me hablaba mirando a los ojos

“Te tengo que decir algo”, me susurró de repente la Sussy al oído…

martes, 17 de abril de 2007

Gordo, gordito bueno. Gordo, gordo paj...arón

¡El guatón López al arco!¡La chancha que se gane! ¡El guatón culiao tapa todo el arco! Chato. Me tenían chato mis amigos. Igual me gustaba jugar al arco porque no hay que correr. Lo que me daba rabia era que quedaba lejos de todas las minas. La canchita era pobre pero igual tenía galerías en los cuatro lados. Las chiquillas se ponían por el costado o a lo más, a lo más, atrás del arco. Me daba vuelta pa` mirar a alguna y ¡chium!, me hacían un gol.

A mí el fútbol me gustaba, pero lo que me apasionaba eran las minas. El Parra, ese hueón sí que tenía suerte con las minurris. Igual jugaba de delantero, hacía casi todos los goles, se sacaba la polera y era re musculoso el pastelito. Todas las minas andaban detrás de él. Casi todas las semanas había carrete en la sede del club y típico que el Parra salía con mina nueva. Además el hueastacio bailaba AXE y con eso se engrupía a las minas que alucinaban con el Fabricio. El Parra tenía 16, igual que yo, pero dicen que no tenía nada que envidiarle al instrumento del brasileño ese.

Que el Parra ya estuviera follando a los 16 años igual pasaba piola. El weón tenía pinta y hasta le sacaba el taxi al papá pa´ llevarse a las minitas más chanas del barrio pa´ una plaza muy piola que había pa´arriba. Pero que nueve de los once locos del equipo fueran sexualmente activos, como se dice, me tenía muy bajoneao. El Morita era el otro que naca la pirinaca. Pero ese weón no estaba ni ahí. Era juguito de pelota. Se calentaba más con los partidos del Colo que con la Susana…Y esa mina si que era rica. Yo reconozco que más de una vez lo hice pensando en ella. Estaba en toda la edad, era normal.

Todos los cabros andaban con condones en la mochila o en la billetera. Yo ni siquiera sabía usarlos. Típico que conocían minas en los carretes, después la iban a buscar a los liceos y cuando sacaban el pase escolar de la billetera mostraban un poquito el DUREX. Las minas se calentaban al tiro. A casi todas les gustaba poco. Igual que a mí, con la diferencia que no me pescaba nadie…